Uncastillo

Uncastillo, que junto a Ejea de los Caballeros, Sádaba, Tauste y Sos del Rey Católico forma las cinco villas medievales que dan nombre a la comarca, no ha cambiado mucho a lo largo de los siglos. Tanto es así, que parece que el pueblo estuviera atrapado en el tiempo. Más de mil años contados por piedras llenas de historia, seis iglesias en su mayoría románicas, una Torre del Homenaje -también románica- dominando al caserío convertida en interesantísimo museo, un altivo palacio gótico en ruinas, callecitas tortuosas a donde asoman palacios y casonas señoriales con los portales de piedra pintados de blanco, y una recogida plaza, la de Santa María, en donde la tarde que estuve de visita fui testigo, entre tracas y una estridente grabación de balidos y mugidos hecha por amigos, de la pintoresca boda de un pastor de la comarca.

Uncastillo es un pequeño y precioso pueblo medieval que está considerado como el mejor conjunto románico del siglo XII en España. En 1966 fue declarado conjunto histórico-artístico. Merece la pena dedicar al menos un día para visitarlo.

Anduve por las calles estrechas y empinadas sin prisa, miré hacia arriba, hacia abajo y hacia los lados porque hay muchos tesoros por descubrir. No dejé de visitar el castillo, donde aún se conservan la Torre del Homenaje (siglo XI) y el palacio (siglo XIV); la Iglesia de Santa María (siglos XII y XV-XVI), con una impresionante puerta lateral, y la Iglesia de San Martín de Tours, reconvertida en Centro de Interpretación del Arte Románico (siglo XII).

Uncastillo es uno de los pueblos más bonitos que podemos visitar en la provincia de Zaragoza. Cuenta con varias iglesias, pero especialmente destaca la de Santa María, con las impresionantes esculturas de su portada. Tampoco hay que dejar de subir a la parte alta del pueblo, donde se encuentran los restos del castillo y desde donde se obtienen unas preciosas vistas de la localidad.

Paseando por las calles del centro del pueblo, encontraremos multitud de rincones con mucho encanto formados por arcos, calles empedradas y pequeñas casas de piedra. Otra de las grandes vistas se obtiene desde lo alto de la otra parte del pueblo, donde por cierto, también encontraremos iglesias.