Ignacio Izquierdo
Bienvenido a la tranquilidad
Casi perdido en la Reserva de la Biosfera de Muniellos - Fuentes del Narcea, en forma de península sobre el río y solo accesible a pie por un puente, este pequeño pueblo es el lugar idóneo para desconectar del mundo. De hecho ese es el principal aliciente de quienes van allí a pasar unos días en un lugar donde apenas hay una decena de habitantes. Pero que no sea eso motivo de desánimo: El pueblo es encantador y lleno de árboles frutales. Simplemente paseando por sus calle se pueden encontrar madroños, almendras, manzanas, frambuesas y sobre todo uvas. Son estas gran parte de su atractivo, pues
Hay calles cubiertas de parras que son una preciosidad bajo las que caminar.
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