VALLADOLID
A las 24 horas de llegar a Tulum ya estábamos deseando abandonar la archiconocida Rivera Maya y volver al Yucatán. Por suerte un autobús nos dejó en Valladolid en una hora y media. Valladolid es una pequeña ciudad muy colorida y tranquila. Desde allí alquilamos un taxi un par de horas para ver las ruinas de Ek’Balam.
Las ruinas de Ek’Balam han sido descubiertas recientemente y aun las están restaurando, pero valen una visita, puesto que casi nadie lo hace. El trono que está en lo alto de la ruinas.
Tras la visita volvimos a la ciudad y subimos a un colectivo que nos dejó en el cenote Dzinup. Los cenotes son cuevas que tienen agua filtrada y en la que uno se puede bañar y refrescarse del sofocante calor mexicano. A mi parecer los cenotes fueron lo mejor del viaje, porque te da la oportunidad de bañarte en un entorno único.
Al finalizar el baño volvimos a Valladolid, para acabar pasando la tarde paseando por la ciudad.
Diario de a bordo.