Yanguas y las tierras fronterizas entre...
Yanguas y las tierras fronterizas entre Soria y La Rioja fueron lugar de paso para gigantescas y desaparecidas especies. Sus extrañas y enormes huellas fascinaron durante el Medioevo a los habitantes del Alto Valle del Cidacos, quienes las atribuyeron al paso del caballo del Apóstol Santiago. Un caballo fabuloso, la verdad, no sólo por su tamaño sino porque su rastro se aprecia en muchos kilómetros a la redonda. Lo cierto es que las misteriosas huellas pertenecen a gigantescos dinosaurios. Para comprender el porqué de las ‘icnitas’ (nombre científico de las huellas fosilizadas) a lo largo del Cidacos, hay que remontarse en el tiempo al período Cretácico, nada menos que 120 millones de años atrás. En esa época no existía el río ni las montañas que lo rodean; en cambio el territorio era una inmensa marisma. Por allí circularon dinosaurios, dejando marcas de sus patas y del arrastre de su cola en la superficie blanda.