Viktoriapark

Hay dos parques que uno no puede perderse si visita Berlín: el Tiergarten-el más grande, casi un bosque- y el Victoria.

Éste último es mucho más pequeño y también mucho más laberíntico. Con sus cascadas en lo alto de la colina y el monumento romántico de Shinkel parece el escenario de una película de dragones o de una escena de la Tierra de los Elfos del Señor de los Anillos. Es un parque mucho más cuidado que el Tiergarten y no se permite el acceso de bicicletas. Se encuentra en una de las zonas más elevadas de Berlín, y tiene por eso mismo unas vistas estupendas. Cerca del parque y en su interior hay multitud de puestos donde puede conseguirse la clásica salchicha alemana o algo de beber.

Viktoria Park es una pequeña montaña en el barrio turco. Es un lugar maravilloso, rodeado de vegetación, que te hace prácticamente olvidar que estas en mitad de una gran ciudad. Además desde arriba (eso si es un poco empinada la subida) hay unas vistas fantásticas de toda la ciudad, la verdad un buen lugar donde pararte a tomar aire fresco y disfrutar de toda la ciudad.

Metida una ciudad encantadora, con muchísimos rincones qué mientras los visitas recuerdas las civilizaciones romanas

Perfecto para caminar a cualquier hora del día, precioso en otoño e invierno