Bretagne
la ciudad de mil años de historia
A las puertas de Bretaña, Vitré y su castillo medieval seducen a cualquier visitante con sus viejas callejuelas y sus casas de entramado de madera. En cuanto pones un pie en la ciudad, parece que te sumerges en la época palpitante del siglo XVII, marcada por la huella que dejó aquí la marquesa de Sévigné.
No puedes marcharte de Vitré sin visitar su imponente castillo. Asentado casi milagrosamente sobre un peñasco, el castillo de Vitré vigila atento toda la campiña. Esta fortaleza defendía la entrada de Bretaña. El edificio es ahora la sede del ayuntamiento y del museo y vale realmente la pena visitarlo.
Esta bonita ciudad medieval conserva también el esplendor de la época del comercio textil que la vio nacer: pórticos elaborados, casas medievales de entramados de madera… Son muchas las bellezas arquitectónicas que siguen hablando de la riqueza pasada de la ciudad. En el castillo de Rochers-Sévigné (Argentré-du-Plessis), los amantes de los jardines de estilo francés se sorprenderán de la majestuosidad y cuidado de los botánicos de la zona.
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