SaltaConmigo
Maravilloso es decir poco
Una experiencia que no te puedes perder. Sobrevolar una ciudad como Salamanca al ritmo que marca el viento es algo único. No hay timón, no hay acelerador: no hay más ruta que la que surja y más velocidad que la que decida el cielo.
Contamos con un piloto experto que eligió un punto de despegue adecuado para sobrevolar la catedral y hasta llegó a tocar el río Tormes con la barquilla.
Maravilloso es decir poco.
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