Kris por el mundo
Para dormir al borde de Océano
Pasamos nuestros últimos días en Sri Lanka en este hotel. Es pequeño, apenas 15 habitaciones, todas amplias, con una gran cama, mini bar y terraza con vistas a las palmeras y el océano. A su favor la ubicación sobre una gran playa de arena fina y dorada, con buenas tumbonas, sombrillas y una piscina. En contra, que está demasiado cerca de la carretera y las vías del tren, por lo que durante el día el ruido es constante.
Tiene restaurante, los desayunos están muy bien. Las cenas son más mediocres.
+3