Erika Paz
Carritos cuyo impulso y velocidad se lo dan velas de windsurf
Esta es una de las actividades más sabrosas que he podido hacer en mi vida. Se la trajo a la isla de Coche un señor llamado Andrés Hernández que se instaló en una bella casa de madera en la orilla de la playa y allí ofrece el servicio de estos carritos cuyo impulso y velocidad se lo dan velas de windsurf.
La cosa no es tan difícil, pues solo hay que sentarse en el carro, recibir unas cuantas instrucciones y dejar que el viento lo lleve a uno cuidando que la velocidad no gane terreno.
Hay un camino señalado y el alquiler de estos vehículos es de veinticinco minutos, tiempo suficiente
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