Caprichos de chocolate
Si quieres volver de París con un regalo que deje muy buen sabor de boca y que al mismo tiempo haga sentirse querido y especial a quien lo reciba, harías bien en pasarte por Yves Thuries. Esta chocolatería delicatessen prepara unos bombones finísimos, monísimos y carísimos. Pero vamos, en la tónica de todo lo que se vende en el centro de esta preciosa y abusiva ciudad.
Precios prohibitivos a parte, en Yves Thuries encontrarás regalos deliciosos a todos los sentidos. La última vez que pasé era San Valentín. Los estuches y cajitas para decir ‘te quiero’ eran la moñez elevada al máximo exponente, pero más lindos... Sentimientos contradictorios desataban en mi que, en el fondo, maldecía ser más pobre que una rata y no poder llevarme una docena bajo el brazo.
Y es que los chocolates de Yves Thuries están riquísimos. Seguro que aquel que dijo que ‘a nadie le amarga un dulce’ se había pillado antes un buen empacho con sus bombones. Si los precios de este local no te convencen, por esta zona hay muchas más tiendas de este estilo. Casi todas con escaparates precioso. Ahora, si los primeros precios no te convencieron no creo que lo hagan el resto.
¿Recomendación? Disfruta de escaparate y, si realmente los quieres, cómpralos por Internet. Son más baratos aunque sigan siendo caros. O date un capricho que para eso es el dinero y solo se vive una vez.


