Viajar a Hamburgo es hacerlo a la segunda ciudad más grande de Alemania, sólo superada por Berlín. Es una metrópoli de negocios con un gran atractivo turístico y uno de los puertos más grandes del mundo, que dota a la ciudad de un ambiente abierto y divertido como es la Reeperbahn en el icónico barrio de Sankt Pauli, con una infinidad de bares, restaurantes y discotecas. Su riquísimo patrimonio arquitectónico impresiona por sus museos y fachadas deslumbrantes, pero igualmente llamarán nuestra atención el Binnenalster (un enorme lago en medio de la ciudad) y la gigantesca torre de televisión Heinrich-Hertz que son algunos de los iconos paisajísticos que verás si decides conocer Hamburgo.
Visitar Hamburgo es transportarse a un mundo marinero que se ha ido transformando en un destino moderno y cosmopolita. El famoso Fischmarkt llamará nuestra atención los domingos, abarrotado de gente comprando en las variadas tiendas. Otra famosa zona conocida mundialmente es la Reeperbahn, la calle que nunca duerme de St. Pauli con infinidad de discotecas y bares.
La variedad arquitectónica de la ciudad llamará la atención del viajero. Haciendo turismo en Hamburgo pasearás entre modernos rascacielos e iglesias históricas como las de San Miguel o Santa Catalina hasta llegar a la Rathausplatz, la inmensa plaza del esplendoroso Ayuntamiento. Es el lugar donde se concentran los edificios más monumentales de la ciudad comola Iglesia de St. Nikolai y algunas de las casas más antiguas de la ciudad.
Los viajes a Hamburgo están llenos de ocio, con los cruceros y el turismo de compras como principales protagonistas. El mayor exponente es la elegante calle Jungfernstieg, una de las zonas de compras más conocidas situada en el centro histórico. Otra forma curiosa de conocer Hamburgo es en barco por las riberas del río Alster.