Ronda es una ciudad con mucho arte y taurina por excelencia, ya que cuenta con la plaza de toros más antigua de España. Se sitúa a 100 kilómetros de Málaga y está marcada por un pasado romano y árabe que hacen que visitar Ronda sea casi un paseo histórico. La ciudad se asienta sobre un recodo del río Guadalevín y su casco antiguo está construido al borde del Tajo de Ronda, siendo su punto más emblemático el Puente Nuevo del siglo XVIII, desde el que se puede disfrutar de unas vistas increíbles.
Para conocer Ronda en todas sus facetas debes pasear por cada uno de sus rincones, tanto interiores como costeros. A tan sólo una hora del centro se encuentran algunas de las mejores playas de la Costa del Sol, así que cuando viajes a Ronda, prepara tu cámara porque querrás inmortalizar sus paisajes tan variopintos. Disfrutar de todas estas vistas de la ciudad polifacética es una de las ventajas de viajar a Ronda, y qué mejor manera de hacerlo que desde el Mirador de los Reyes Católicos, ubicado sobre los jardines de la Alameda del Tajo.
El casco histórico de Ronda acoge la mayoría de los puntos de interés de la ciudad. Entre ellos destacan la Iglesia de estilo gótico de Santa María la Mayor, construida sobre una mezquita, mientras que cerca del centro uno puede ir a los impresionantes Baños Árabes del siglo XIII para ver cómo la civilización antigua dedicaba su tiempo al ocio.
Una manera de hacer turismo en Ronda es conociendo el estilo de vida alternativo de la ciudad moderna, en la que encontrarás varios planes para tomar algo en sus bares o ir de compras. Aquí también se encuentra la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Caballería de Ronda, con uno de los museos taurinos más importantes de la historia de la tauromaquia.