Roma fue construida sobre siete colinas, lo que significa que puedes encontrar un mirador espectacular en cada esquina. Pero en particular, los montes de Janículo, Aventino, Pincio, Celio, y Capitolino ofrecen algunas de las mejores vistas de Roma. Desde estos montes podrás llegar a ver casi todos de los monumentos más emblemáticas de la ciudad y, además, son rincones ideales para disfrutar de un picnic o un atardecer romántico.
Uno de los miradores más famosos de la ciudad se encuentra en Monte Avetino, un punto panorámico perfecto para disfrutar de unas vistas inmejorables de la cúpula de la Basílica de San Pedro. Y aunque el más famoso es el Giardino degli Aranci, un parque tranquilo que ofrece una de las mejores puestas de sol de la ciudad, nuestra predilección apunta a la Plaza de los Caballeros de Malta, con el ojo secreto que descubrirás en la cerradura de su puerta.
En el Monte Pincio, se sitúa otro de los miradores más populares de Roma, la Terrazza del Pincio, el favorito entre las parejas. Este romántico mirador ofrece en cualquier momento del día una estupenda visión de la gran Piazza del Popolo. Y por último, en el Monte Janículo encontrarás lugares como la Iglesia de San Pietro en Montorio, o el Faro Gianicolo, que brindan hermosas vistas de Roma, el Trastevere y el Vaticano.