Calpe es un pueblo de la comunidad valenciana situado en la Costa Blanca. Es uno de los destinos más populares durante las vacaciones por sus once kilómetros de litoral, que cuenta con la presencia del majestuoso Peñón de Ifach, símbolo de la Costa Blanca. El principal motivo por el que los turistas deciden visitar Calpe es por sus playas y calas paradisíacas, además de los diversos atractivos histórico-monumentales y espacios naturales. El turismo en Calpe reúne un sinfín de actividades que van desde un agradable paseo por el centro, hasta la práctica de deportes náuticos y terrestres en plena naturaleza.
Uno de los grandes atractivos de Calpe son sus playas y calas, muy concurridas durante el periodo estival. La Playa Arenal-Bol es la más conocida por extenderse frente al amplio Paseo Marítimo lleno de restaurantes y cafeterías. Es ideal para pasar un día en familia y disfrutar de sus cálidas aguas transparentes. Otras playas también conocidas son la Playa de Cantal Roig, mucho más pequeña y tranquila, situada cerca del puerto pesquero y del Peñón de Ilfach, y La Playa de Penya, una cala de aguas transparentes donde poder practicar buceo.
Cuando viajes a Calpe también podrás visitar los yacimientos de la Edad del Bronce, como los Baños de la Reina, uno de los conjuntos arqueológicos más importantes de la era romana en España, además de la Pobla medieval d’Ifach, un yacimiento del siglo XIII.
Su casco antiguo es una de las paradas obligatorias para conocer Calpe, donde podrás ver los restos de la antigua muralla romana que protegía la ciudad y la Iglesia Antigua, de estilo mudéjar del siglo XV.
Viajar a Calpe es una oportunidad para conocer y disfrutar del entorno natural que ofrece este destino. Es ideal para hacer senderismo por la montaña o conocer los rincones más importantes de la ciudad, como Las Salinas, el Peñón de Ifach o la Sierra de Oltá.