Entre valles y barrancos, en el Puerto de la Carrasqueta se encuentra esta localidad alicantina, conocida especialmente por sus dulces. Viajar a Jijona es viajar a la capital del turrón por excelencia, pero también a un lugar que rezuma belleza por todos sus rincones.
El devenir de la ciudad ha estado tradicionalmente ligado al turrón, a este delicioso dulce navideño de fama internacional, que se fabrica aquí. El turrón es también uno de los focos del turismo en Jijona, no hay viajero que se resista a probarlo tanto en su versión más tradicional, como en otras más modernas, pues este se ha convertido en un elemento básico de la cocina de la región y se puede encontrar platos de lo más variados con el turrón como protagonista.
También se puede visitar en Jijona el Museo del Turrón, donde aprender un poco más sobre su fabricación artesanal, variedades, historia… además de participar en una degustación al final de la visita. ¡Seguro que no puedes resistirte!
Sus calles estrechas son el mejor lugar para perderse y hacer turismo en Jijona, laberínticas conducen al viajero a una sensación de dejarse llevar y nunca sentirse perdido y acaban siempre desembocando en sitios llenos de encanto e historia. Entre ellos se puede encontrar el viajero la Iglesia de la Asunción, el Convento de los Franciscanos o las murallas. Más retirado del centro, el Castillo árabe es el protagonista, entre todos los edificios que ver en Jijona.
A sólo 25 kilómetros de Alicante, la manera más cómoda y rápida de llegar es volar hasta la capital alicantina y desde allí desplazarse hasta la localidad. Pues, además, sólo es posible acceder a ella por carretera.
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