Conocida como “Sevilla la Chica”, Zafra es una ciudad al suroeste de Badajoz que esconde nada más y nada menos que la celebración de la mayor feria ganadera de toda Europa desde hace cinco siglos. Ha sido declarada Conjunto Histórico-Artístico de Interés Nacional y cuenta con unos orígenes que se remontan a la edad media. Museos, grandes plazas, iglesias y palacios son algunos de los elementos que animan a hacer turismo en Zafra. La ciudad se originó por ser punto estratégico de la antigua “Vía de la Plata” de la Hispania romana, y muchos de los viajes a Zafra son con motivo de su Semana Santa, Carnavales y otras fiestas patronales y religiosas.
Muchos viajeros decidieron conocer Zafra desde que algunos de sus monumentos se incluyeron en la lista oficial de Patrimonio Histórico-Artístico. El Alcázar, también conocido como Palacio de los Duques de Feria, es uno de los ejemplares que el visitante se encontrará caminando por el municipio. Hoy en día funciona como Parador.
Zafra es conocida por sus plazas, como la del Pilar Redondo, donde se encuentran la casa-palacio Conde de la Corte y el Convento de Santa Marina, que hoy en día es un centro cultural. En pleno centro centro histórico de la ciudad se ubica la Plaza Grande, el epicentro de la vida de la ciudad desde el siglo XVI. Otro de los protagonistas en la vida de los habitantes es La Plaza Chica ya que antaño albergaba el comercio local de la villa. Si decides visitar Zafra, podrás ver de cerca un elemento fundamental de la época que los comerciantes utilizaban a diario como referencia en sus transacciones: la “Vara de medir de Zafra”.
Viajar a Zafra es callejear y descubrir su ambiente medieval. Sus rincones te llevarán a las antiguas murallas del siglo XV hasta la Plaza de Toros del pueblo, famosa en toda la región.