Conil de la Frontera

Muchos viajes a Conil de la Frontera se dan en verano debido a sus playas, que hacen de esta ciudad gaditana una de las más famosas de España en cuanto a turismo se refiere. Situada en la Costa de la Luz, cuenta con un litoral precioso típico de la costa atlántica, con extensas franjas de arena fina y cálidas aguas. Rodeada por un entorno natural envidiable, el pueblo reluce por sus típicas fachadas blancas y su peculiar olor a jazmín. Si planeas viajar a Conil de la Frontera, la Ruta del Atún es ideal para conocer la rica gastronomía a través de su principal manjar: el atún rojo.

Visitar Conil de la Frontera es entrar en un paraíso de playas encantadoras, impresionantes acantilados y calas paradisíacas como Cala del Aceite, situada en el puerto pesquero. Es la de mayor tamaño y una de las más bonitas. Si viajas en familia entonces debes acercarte a Playa La Fontanilla, cerca de las urbanizaciones y un poco más alejada del centro del pueblo. Los chiringuitos son muy populares a la hora de degustar los platos típicos: el atún y el pescaíto frito. Los amantes del surf y otros deportes acuáticos podrán disfrutar del oleaje en la Playa de los Bateles y Playa del Roque.

Para conocer Conil de la Frontera podemos patear el centro y sus calles estrechas y empedradas por las que, en algunos tramos, parecerá imposible el paso de los vehículos. En su casco viejo hallamos una agradable zona de restaurantes, bares y discotecas muy concurridas especialmente en verano.

Gran parte del turismo en Conil de la Frontera se centra en ver algunos de los ejemplares culturales más destacables. Podemos visitar la Torre de Guzmán, ubicada en el centro de la ciudad y construida por Guzmán el Bueno y la Iglesia Mayor de Santa Catalina, ubicada en pleno casco viejo.