Viajar a Antequera es ir al “corazón de Andalucía”, por estar situada en el centro de la comarca homónima. Es una ciudad con un enorme legado histórico, y cuenta con un espectacular espacio natural reconocido como Patrimonio Mundial de la UNESCO. Entre sus calles se encuentran elementos de la Edad de Bronce junto con restos romanos y otras muchas piezas con valor histórico. Muchos viajes a Antequera son para disfrutar de su gastronomía: el famoso pan de mollete, la porra antequerana o los mantecados navideños son algunos de los manjares que el visitante podrá degustar.Conocer Antequera y su faceta histórica requiere tiempo, ya que la ciudad alberga más de medio centenar de monumentos y edificios datados desde la Edad de Bronce. El Dolmen de la Cueva de Menga es un monumento megalítico declarado Patrimonio Mundial y Bien de Interés Cultural que, junto con el Dolmen de Viera y el del Romeral, forman parte del Conjunto Arqueológico de Dólmenes de Antequera, un gran reclamo turístico para los amantes de la historia. Este último resulta especialmente atractivo por su forma de cúpula, diferenciándose del resto.Visitar Antequera es transportarse al pasado. La ciudad está coronada por el castillo y la Basílica de Santa María, mientras que su casco antiguo es un recorrido de monumentos históricos de diversas temáticas. Pero de entre todos sobresale el Palacio de Nájera, con un bonito patio interior y que actualmente es el Museo Municipal. El viajero puede pasear siguiendo el recorrido cultural con la visita al Convento de las Catalinas o el Palacio de los Marqueses de la Peña, de estilo mudéjar y renacentista. Si hablamos de cultura e historia, no podemos olvidarnos de la Semana Santa, muy famosa en la región por su gran tradición y arraigo por su antigüedad. Sin embargo, hacer turismo en Antequera es más que historia. Los amantes de la naturaleza encontrarán en el paraje natural de El Torcal un espacio donde la tranquilidad es el gran protagonista.
