Visitar La Alberca es ir a uno de los pueblos más bonitos de España, siendo el primero del país en ser declarado Conjunto Histórico-Artístico. Famoso por su casco antiguo con calles laberínticas y empedradas, este pueblo salmantino en el corazón de la Sierra de Francia tiene una arquitectura tradicional con preciosas casas históricas con soportales y una exquisita gastronomía de la sierra. El turismo en La Alberca está muy ligado a la naturaleza por encontrarse en el Parque de Las Batuecas, reserva de la biosfera por la UNESCO. Es un lugar perfecto para hacer senderismo mientras se disfruta de los meandros y los preciosos miradores. Viajar a La Alberca es muy similar a hacerlo a una antigua villa medieval. Su espectacular casco histórico es el resultado de unir casas con entramados de madera y muchas flores, calles empedradas, plazas pequeñas pintorescas, balcones y soportales antiguos de madera que crean un escenario digno del pasado. Pateando sus calles uno puede llegar a descubrir la Iglesia de la Asunción, la principal del pueblo y famosa por sus púlpitos del siglo XVI. Una de las muchas formas de conocer la Alberca es haciendo una ruta a pie que recorre algunas de las muchas ermitas que pueblan la villa, como la Ermita de San Blas o la Ermita del Cristo del Humilladero. Merece la pena ascender al Santuario de la Virgen de la Peña de Francia para disfrutar de unas espectaculares vistas del valle y el pueblo. Muchos viajes a La Alberca tienen como motivo un turismo rural-cultural. Hacer senderismo por el Parque Natural de Las Batuecas nos permite ver pinturas rupestres neolíticas en el canchal de las Cabras Pintás y también el Monasterio de Las Batuecas, del siglo XVI. Otra ruta apetecible es la que se da por los pueblos de Las Hurdes, una zona de tremenda belleza natural con pueblos de piedra situados al norte de Extremadura. Si eres un amante de las caminatas, puedes continuar por la ruta de los pueblos de la Sierra de Francia, pasando por Miranda del Castañar, Villanueva del Conde o Mogarraz.